Pedir un sistema a medida para tu pyme puede ser una gran decisión… o una muy frustrante, si no encarás bien el proceso.
Muchos dueños llegan con urgencias, sin tiempo, y con la expectativa de que el programador adivine qué necesita el negocio.
El resultado: sistemas incompletos, mal usados o directamente abandonados.
En este artículo te comparto 5 errores frecuentes que veo en pymes cuando arrancan un proyecto de software, y cómo evitarlos para aprovechar bien tu inversión.

1. No tener claro el problema que querés resolver
“Quiero un sistema para todo” no es una buena definición.
Cuando arrancás por la solución sin definir bien el problema, terminás pagando por funcionalidades que no necesitás (y te faltan otras clave).
¿Cómo evitarlo?
Tomate un tiempo antes de pedir presupuesto y escribí 2 o 3 situaciones reales que hoy te están sacando tiempo o generando errores. Dejá pasar un par de días, y volvé sobre tu lista, seguro se te ocurren algunas ideas extras.
Ejemplo: “Necesito saber el estado de cada servicio técnico sin llamar a los empleados”.
2. No mostrar cómo trabajás hoy
Muchos dueños piden “un sistema como el que usan en tal empresa”, pero cada pyme es un mundo.
Si no mostrás cómo se hacen las cosas hoy, el desarrollo se llena de suposiciones.
Y si el programador se basa solo en lo que entiende él, el sistema no refleja tu realidad.
¿Cómo evitarlo?
Compartí ejemplos concretos: planillas, presupuestos, mensajes de WhatsApp, mails que usás con clientes.
Eso vale más que mil reuniones.
3. Pedir todo junto sin priorizar
“Quiero que haga gestión de stock, facturación, turnos, recordatorios y CRM”. ¿Para el lanzamiento? Sí.
El problema no es querer mucho, sino quererlo todo junto y ya.
Eso hace que el desarrollo se eternice y nunca se termine de usar.
¿Cómo evitarlo?
Priorizá. Pedí primero lo que más impacto tiene (aunque sea más chico) y dejá claro que otras funciones pueden venir después.
Un módulo bien usado vale más que un sistema gigante sin uso.
4. Esperar que el desarrollador entienda todo solo
Frases como “vos sos el experto, yo te confío” suelen ser una trampa.
Aunque el desarrollador tenga experiencia, vos sos quien mejor conoce tu negocio. Si no aportás contexto, el sistema se llena de suposiciones (y después vienen los reclamos).
¿Cómo evitarlo?
Ponete en modo socio, no en modo cliente pasivo. Explicá cómo tomás decisiones, cómo fluye la info, quién aprueba qué.
Eso hace toda la diferencia.
5. Elegir solo por precio
“El primo de mi cuñado me lo hace por la mitad”. Sí… pero después desaparece.
El precio importa, claro. Pero cuando elegís solo por precio, terminás pagando dos veces: una por el sistema barato, otra por arreglarlo.
¿Cómo evitarlo?
Pedí que te expliquen cómo trabajan, cómo documentan lo que se desarrolla, y qué soporte te dan después.
Un buen proveedor pregunta antes de pasar presupuesto.
🧉 Mini-checklist antes de pedir presupuesto
- ¿Tengo claro qué problema quiero resolver?
- ¿Tengo ejemplos concretos de cómo trabajamos hoy?
- ¿Sé qué es urgente y qué puede esperar?
- ¿Estoy dispuesto a dedicarle un poco de tiempo al inicio?
- ¿Quiero un socio técnico o solo alguien que programe lo que digo?
¿Pensando en dar el paso?
Si estás evaluando desarrollar un sistema a medida, vale la pena arrancar bien.
Contanos cómo están trabajando hoy y te ayudamos a decidir si tiene sentido hacerlo, por dónde empezar y qué conviene priorizar.